El día que la tierra se detuvo. El cataclismo que destruyó Atlantis y su relación con prodigiosas transformaciones en el planeta venus y la luna.


Por Georgeos Díaz-Montexano

En mi investigación sobre la reconstrucción de la cronología de Atlantis, según las principales fuentes primarias escritas (especialmente Timeo y Critias), he logrado determinar que la destrucción de la primigenia Atenas, que sucedió, obviamente, después que esta venció a los Atlantes, aconteció durante el gran cataclismo por seísmos e inundaciones (tal como se precisa en Critias 112a-b) que precedió al cataclismo de Deucalión.

Tal cataclismo anterior al ocurrido en tiempos de Deucalión (1530 A.C.), que se dice, además, había sido la tercera gran destrucción por aguas, en todas las fuentes grecolatinas se identifica con el que se produjo en los tiempos en que vivió Ogygos en la región de Tebas, Beocia. La cuestión es que tal cataclismo de Ogygos u Ogiges, según las fuentes conocidas y los comentarios de posteriores exégetas, aconteció -en cifras redondas- entre el 2180 A.C y el 1700 A.C. Y por esta última fecha es que algunos dicen que el mismo cataclismo de Ogygos coincidió con los tiempos en que Moisés salía de Egipto. Actualmente se hace coincidir con una erupción del Santorini que se data hacia el 1624 A.C., aunque se identifica con el cataclismo de Deucalión.

Esta época es casi la misma de la invasión de Egipto por parte de los misteriosos Hyksso-Minoicos, que como ya he defendido en mis libros, y en no pocos artículos, podrían ser parte de la gran confederación de los pueblos Atlantes. Es decir, confederados de los Atlantes que se hallaban asentados en las grandes ciudades -colonias de Atlantis- del Este del Mediterráneo y del Asia Menor. Se puede ampliar toda esta información en los dos tomos del Epítome de la Atlántida Histórico-Científica o en cualquiera de sus compendios, para quienes buscan una lectura algo más rápida y menos profunda.

Muy pocos autores se han atrevido a vincular el cataclismo de Ogygos u Ogiges con el acontecido en tiempos de Noé, el cual los exégetas sitúan algo antes, hacia el 2370 A.C., o entre el 2700 y el 2600 A.C., en las cronologías más largas. Aunque por el calendario judío, el Diluvió de Noé debió acontecer hacia el 2108 antes de Cristo.

Siendo así, podríamos suponer, entonces, que durante el mismo cataclismo de Ogygos fue que aconteció la destrucción de la primitiva Atenas, pues claramente se indica en el Critias que fue el tercero, y previo al Deucalión…

[[ EL ARTÍCULO COMPLETO EN EL SIGUIENTE PDF: https://georgeosdiazmontexano.files.wordpress.com/2014/05/luna-venus-cataclismo-ogiges-atlantis.pdf ]]

 

6 comentarios en “El día que la tierra se detuvo. El cataclismo que destruyó Atlantis y su relación con prodigiosas transformaciones en el planeta venus y la luna.”

  1. –me pareció muy interesante…no sé ni qué opinar ….solo con un suceso así podría ser total la inundación del diluvio…a veces me digo…¿ como harían para saber que el diluvio fue universal ?…

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  2. He estado leyendo atentamente y me parece bastante acertada la teoria de que el mismo cataclismo que destruyo a la Atlantis fue el mismo que Noe.
    Realmente soy una persona muy espiritual y me gusta investigar buscar mas acerca de la biblia y me encontre con estos libros contiguos a la biblia que explican algo muy interesante sobre los tiempos que no coincide con el tiempo de el nuevo calendario juliano gregoriano. Ya que el tiempo de los hombres no es igual al de Dios, y si la tierra se detubo un dia eso nos da muchos años en que sucedio el.diluvio y no traducido a los 40 dias y noches en tiempo nuestro, fuera de esto Dios le dio a su pueblo fechas en ciertas lunas en las cuales solo ellos sabian cuando pasarian sucesos increibles y los astronomos podian medir los tiempos señalados por Dios que coinciden con q las faces de la luna en la tierra den mas fuerza a las aguas. Mas en mi ignorancia solo hago el comentario de que en este mundo las personas ven tan mistico y espiritual las cosas de Dios que no creen
    se pueda aplicar a ciertos acontecimientos
    Mas viendo este estudio solo puedo afianzar la hipotesis que mi mente me permite pensar basada en las lecturas.
    Felicito al autor quien con mucha dedicacion ha logrado investigar y descifrar arriesgandose a creer mas alla de lo que la mente puede alcanzar

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  3. Sin contar el movimiento del sol alrededor de la galaxia la tierra gira en torno a él a (un promedio de) 105000 kilómetros por hora y gira alrededor de su eje, para darnos el día, a 1600 kilómetros por hora en el ecuador. La masa mejor no considerarla en cuanto a la inercia angular de proporciones escalofriantes. Es mucho más probable que la limitada percepción de los observadores que cita, Sr Montexano, interpretaran mal unos contextos mistificadores para el conocimiento de aquellas épocas. Ahora se me ocurre otra circunstancia mucho más probable, quizás sería una enorme erupción solar que solo notarían aquí, en la tierra, en sus efectos en la atmósfera como una aurora boreal excepcionalmente persistente y luminosa, lo que les haría sentirse en un larguísimo día. Los efectos en la atmósfera podrían producir efectos ópticos de impresionantes efectos al contemplar otros astros, como también efectos en el tiempo, no en el clima puesto que estos últimos se definen a sí mismos porque se mantienen en largos ciclos temporales. (En cuanto a lo anterior soy un aficionado pero en cuanto a la percepción visual y los sistemas de acomodación a los niveles luminosos soy algo más que un diletante. El ser humano no es consciente de los niveles luminosos salvo si deja de ver en el sistema fotópico o diurno y pasa a ver en el otro sistema de la retina que es el escotópico con el que se ve de forma diferente puesto que vemos con las partes de la retina que no son los habituales que son las fóveas. Apenas somos conscientes a las diferencias de niveles luminosos si cambiamos bruscamente de un interior a un exterior. Es más, el sistema fotópico (el diurno) se adapta a rangos luminosos de un mínimo de uno a dos mil y si esto sucede lentamente no percibimos la enorme diferencia de escalas luminosas si no es por otras vias de percepción, el calor, el propio reloj que nos dice la hora del día, etc. Para expresarlo claramente basta decir que en las noches de luna llena funciona perfectamente el sistema fotópico y sabemos que es de noche por otros aspectos evidentes, pero el sistema visual que actúa nos podría engañar). La percepción y el conocimiento es lo que de los hombres actuales debemos ponderar sobre lo que pudieran haber experimentado los narradores que vayamos a considerar.

    Como siempre, espero serle de ayuda y le envío mi mas sincero afecto y admiración.

    Antonio Molina Esteban.

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    1. Muchas Gracias Antonio… Como siempre, muy interesantes y bien nutridas sus intervenciones. Aunque a veces me pierdo un poco, obviamente, por cierta incapacidad mía en los temas o especialidades que usted maneja, aún así lo que entiendo o percibo me parece interesante, cuando menos.

      Un cordial saludo,
      Georgeos

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